En esta píldora formativa definiremos qué es estar mentalmente bien y veremos cómo esto puede influirnos en nuestra salud física.
También hablaremos sobre las emociones. Descubriremos qué son, qué función tienen y cómo podemos manejar algunas básicas (como la ira o la tristeza).
Finalmente, trataremos la importancia de conocer nuestros puntos fuertes o potencialidades para que nos sirvan de apoyo y nos permitan mejorar nuestra calidad de vida desde un punto de vista emocional.
La experta
Marta González Rodríguez es Licenciada en Psicología con la especialidad de Psicología Clínica.
Cuestionario
¿Qué sabes?
Para empezar, te proponemos un cuestionario para saber cuáles son tus conocimientos. Al final de este curso, en el apartado de conclusiones, podrás realizar de nuevo este cuestionario y comprobar lo que has aprendido.
Uso del vídeo
En algunos apartados de este curso hay un vídeo. La siguiente imagen te indica dónde debes hacer clic en cada reproductor para poder activar cada una de las opciones que te ofrece este recurso multimedia.
¿Qué es estar bien mentalmente?
Definición de salud mental
La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Organización Mundial de la Salud (OMS)
El bienestar mental implica:
Experimentar emociones positivas.
Ser capaz de regular adecuadamente las emociones negativas.
Desarrollar nuestras potencialidades para tener una vida plena, satisfactoria y con significado.
No solo se trata de sentirnos bien con nosotros mismos, sino sentirnos bien en nuestras relaciones con los demás.
Podemos aprender y aumentar las habilidades que nos proporcionarán ese bienestar personal y social que mejora nuestro estado mental. Además, debemos tener en cuenta que la mejora de nuestro estado mental repercute directamente en nuestro bienestar físico.
Cuanto más aprendamos sobre las emociones, en mejor disposición estaremos para incrementar nuestro bienestar mental y salud física.
Alfabetización emocional
¿Qué es una emoción?
Definición de emoción
Una emoción es una reacción concreta, inmediata y automática ante algo que nos sucede y a lo que reaccionamos a nivel físico (sudoración, tensión muscular, rubor...), conductual (expresión facial, tono de voz, movimientos corporales...) y cognitivo (miedo, rabia, pena...). Esta reacción nos predispone a la acción.
Las emociones son una respuesta biológica compartida por todos los humanos, aunque cada individuo las vive a su manera.
Se basa en una valoración automática de la situación que nos rodea, en relación a dos preguntas:
¿Lo que ocurre es beneficioso o perjudicial para nosotros?
¿Tenemos los recursos suficientes para afrontar lo que sucede?
Tipos de emociones
Podemos clasificar las emociones en:
Positivas: se experimentan, por ejemplo, cuando logramos nuestros objetivos (alegría, amor, felicidad...).
Negativas: respuesta a alguna forma de amenaza o de pérdida (tristeza, celos, ira...).
Ambiguas: varían según la situación o mezclan elementos positivos y negativos (sorpresa, compasión, esperanza...).
Todas las emociones cumplen su función. Es por ello que debemos conocerlas y respetarlas, tanto las nuestras como las de los demás. De esta forma, tendremos una buena autoestima y también unas relaciones satisfactorias.
Gestión de las emociones y de los cambios emocionales
Gestión emocional
Los problemas y dificultades afectan a nuestras emociones, y las emociones afectan a nuestro comportamiento. Por lo tanto, debemos saber detectar cómo nos sentimos para evitar que nuestras emociones incidan negativamente sobre nuestro comportamiento.
Las competencias que nos ayudan a gestionar bien nuestras emociones son:
Laexpresión emocional: es la capacidad para expresar nuestras emociones, sin perder de vista que son subjetivas. Incluye ser conscientes de cómo afectan a nuestra conducta y a nuestras emociones.
Laregulación emocional: es la capacidad para manejar las emociones de forma adecuada. Incluye el manejo de la ira, la tolerancia a la frustración o la perseverancia en nuestras metas.
Las habilidades de afrontamiento: implica equilibrar la intensidad y la duración de los estados emocionales de forma efectiva cuando nos enfrentamos a retos o conflictos.
La capacidad de autogenerarse emociones positivas: es importante que seamos conscientes de aquello que nos hace sentir bien para poder ponerlo en práctica cuando nos sintamos afectados emocionalmente.
Miedo, ansiedad y estrés
El miedo es una reacción básicamente física (sudoración, aumento del ritmo cardíaco...) que se desencadena ante un peligro real. Esta emoción facilita nuestra supervivencia porque nos permite detectar los peligros y reaccionar a ellos.
Cuando reaccionamos con miedo ante peligros poco probables (por ejemplo, que se caiga el avión en el que estamos viajando), lo denominamos ansiedad.
Cuando pensamos que las amenazas o retos superan los recursos que tenemos para hacerles frente (por ejemplo, no contar con el tiempo suficiente para estudiar un examen o cumplir con la fecha de entrega de un trabajo), entramos en un estado emocional llamado estrés.
Para evitar que el miedo, la ansiedad o el estrés nos causen malestar, es muy útil identificar y nombrar aquello que nos asusta y elaborar estrategias para afrontarlo.
Ira
La ira es una de las emociones básicas más comunes y abarca expresiones que van desde el estar molesto hasta la furia más intensa. Su función es la autodefensa ante situaciones que no nos gustan.
Cuando no regulamos bien nuestra ira, no pensamos con claridad y podemos llegar a comportarnos de forma violenta. Esto nos traerá problemas personales, laborales y de salud.
Estrategias adaptativas para la regulación de la ira
Distanciamiento temporal
Aplazar la respuesta cuando estamos enfadados.
Reestructuración cognitiva
Nuestra forma de pensar nos lleva a la emoción. Por lo tanto, si cambiamos nuestra forma de pensar podremos reducir la ira.
Respiración
Respirando de forma profunda, manteniendo el aire un par de segundos y exhalando despacio, regularemos el latido cardíaco, la presión arterial y la tensión muscular, evitando así una respuesta agresiva. Relajando nuestro cuerpo, relajaremos nuestra mente.
Tristeza
Se desencadena por la pérdida de algo que se considera importante, lo que implica un detrimento de la sensación de placer, desinterés y una disminución de la actividad (excepto del llanto). Su función es doble: tener tiempo para asumir la pérdida y sentir la necesidad de buscar ayuda.
Cuando la tristeza se alarga demasiado en el tiempo y se vuelve muy intensa, se convierte en un episodio depresivo.
Debemos aceptar la tristeza en nuestra vidas, por lo que es necesario identificar aquellas cosas que nos la generan y permitirnos sentirla. Es importante darle tiempo para que siga su curso natural.
Conócete a ti mismo: implantando fortalezas
Una "profecía autocumplida" es una idea falsa sobre una situación que enfoca el comportamiento de la persona cara al cumplimiento de esa falsedad (por ejemplo, desistir en algo que creemos no poder lograr).
En este sentido, es importante la influencia que ejerce la opinión de los demás sobre nosotros, así como la propia visión que tengamos de nosotros mismos.
Apoyarnos en nuestros puntos fuertes, fomentándolos y explotándolos, predispone nuestra mente al cambio y da mejores resultados que centrarnos solo en mejorar nuestras habilidades.
Diversas investigaciones han demostrado la relación que existe entre las fortalezas y la satisfacción vital, el bienestar psicológico y la felicidad.
Fortalezas
Virtudes
Sabiduría y conocimiento
Creatividad
Curiosidad
Apertura de mente
Amor al aprendizaje
perspectiva
Coraje
Autenticidad
Valor
Persistencia
Vitalidad
Humanidad
Bondad
Amor
Inteligencia social
Justicia
Justicia
Liderazgo
Trabajar en equipo
Contención
Silencio
Autorregulación
Trascendencia
Apreciación de la belleza y la excelencia
Gratitud
Esperanza
Humos
Resumen
La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Cuanto más aprendamos sobre las emociones, en mejor disposición estaremos para incrementar nuestro bienestar mental y salud física.
Una emoción es una reacción concreta, inmediata y automática ante algo que nos sucede y a lo que reaccionamos a nivel físico (sudoración, tensión muscular, rubor...), conductual (expresión facial, tono de voz, movimientos corporales...) y cognitivo (miedo, rabia, pena...). Esta reacción nos predispone a la acción.
Podemos clasificar las emociones como positivas, negativas y ambiguas. Todas cumplen su función, por lo que que debemos conocerlas y respetarlas (tanto las nuestras como las de los demás). De esta forma, tendremos una buena autoestima y también unas relaciones satisfactorias.
Las competencias que nos ayudan a gestionar bien nuestras emociones son la expresión emocional apropiada, la regulación de las emociones y sentimientos, las habilidades de afrontamiento y la autogeneración de emociones positivas.
Debemos centrarnos en nuestras fortalezas para explotarlas y fomentarlas. Se trata de reforzar nuestra autoestima para poder afrontar nuestros retos de forma exitosa.
Cuestionario
¿Qué has aprendido?
Ahora que has terminado este curso, realiza de nuevo el cuestionario que te ofrecimos en el apartado de introducción, y comprueba lo que has aprendido.
Recursos de la unidad
Glosario
Despliega el contenido para acceder a un listado de definiciones útiles:
Bienestar emocional: implica experimentar emociones positivas, ser capaz de regular las negativas y desarrollar nuestras potencialidades para tener una vida plena, satisfactoria y con significado.
Emoción: reacción concreta, inmediata y automática ante algo que nos sucede y a lo que reaccionamos.
Emoción positiva: la experimentamos cuando logramos nuestros objetivos. Incluye: alegría, amor y felicidad.
Emoción negativa: respuesta a alguna forma de amenaza o de pérdida. Incluye: tristeza, celos o ira.
Emociones ambiguas: mezclan elementos positivos o negativos. Incluye: sorpresa, compasión o esperanza.
Estado de ánimo: emoción mantenida durante semanas o más tiempo.
Fortalezas: estilos de pensar, sentir y actuar que contribuyen a una vida plena.
Estrategias de afrontamiento: esfuerzos que la persona lleva a cabo para hacer frente a las demandas propias y de los demás, y los conflictos entre ambas demandas.
Pensamiento irracional: pensamientos que están basados en nuestros miedos e inseguridades y son capaces de generar emociones desajustadas y magnificadas.
Profecía autocumplida: definición falsa de la situación que nos lleva a comportarnos de modo que la falsa concepción original se vuelva verdadera.
Regulación emocional: capacidad para manejar las emociones de forma adecuada.
Reestructuración cognitiva: estrategia destinada a cambiar el modo de interpretación y valoración de los acontecimientos, mediante la modelación y la práctica de interpretaciones más adaptativas y saludables.
Salud: estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Salud mental: estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Sentimiento: percepción subjetiva de la emoción.
Virtudes: rasgos positivos del carácter de amplia aceptación universal.
